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Al otro lado del charco

Esta es la vista desde la habitación donde pasamos el finde, en la urbanización de Faro Escondido. El apartamento estaba tan cerca de la playa que uno se encontraba cangrejos correteando por dentro de las habitaciónes; no exagero. El apartamento donde nos quedamos pertenece al promotor de Faro Escondido, que es a la vez suegro de una de las mejores amigas de Denise. La playa que veis es privada, solo la gente de la urbanización tiene acceso a ella, cosa que es supuestamente ilegal en este país. He de confesar que mi vena contestataria se quedó dormida nada más asomarme a la ventana. No dije ni pío y disfruté como un enano de eso de sentirme rich and famous, con playa privada y todo. 

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