A diferencia de la costa del Caribe, donde llueve tanto que a menudo está nublado, aquí pegaba el sol bien duro, y con mi delicada piel de vikingo tenía todas las papeletas para convertirme en un cangrejito más de la playa, así que me refugié a la sombra de los arboles casi todo el finde.
A diferencia de la costa del Caribe, donde llueve tanto que a menudo está nublado, aquí pegaba el sol bien duro, y con mi delicada piel de vikingo tenía todas las papeletas para convertirme en un cangrejito más de la playa, así que me refugié a la sombra de los arboles casi todo el finde.
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